Los borregos de Cardedeu que probé la semana pasada me dejaron con ganas de una masa dulce elaborada con comino, así que llevo días rumiando esto: unos bollos de masa enriquecida, hechos con comino, tanto por dentro como por fuera.


La masa lleva leche, mantequilla y cassonade oscura, lo que le da color y humedad a la miga (la miga ha quedado muy clara en la foto, es realidad es más amarillenta). El comino que lleva la masa va molido y, una vez horneado, desvela una personalidad inesperada. Lejos de los tonos «maderosos» que el comino suele dar en platos marroquíes, indios (o en una cotidiana morcilla de Burgos); en dulce el comino da un aroma dulzón, ligeramente picante y cítrico, cercano a la semilla de cilantro. Creo que si alguien probara estos bollitos sin saber con qué están elaborados, nunca adivinaría que sólo tienen comino como aromático; posiblemente dijeran que llevan desde agua de azahar hasta cilantro o piel de naranja.
El glaseado lo hice pincelando con huevo y espolvoreando comino molido grueso con cassonade, queda soberbio (es lo que dijeron mis cobayas cominísticas). Una vez comprobado lo rico del comino en dulce (para un amante del comino como yo, claro), ya tengo pensadas las próximas variaciones: bollitos de azafrán con cilantro y comino; y bollitos de nuez moscada y comino (este va a romper).
Hamburguesa con pan pan
Mi amigo Javi siempre se queja de que en Madrid* las hamburguesas van con pan de bollo, nunca se pueden encontrar con pan pan.
Hombre, no espero que las encuentre con un panecillo casero hecho con masa madre y 7 horas de fermentación, pero algo tiene que haber: ¿algún lector madrileño que sepa de buenas hamburguesas en Madrid? (con pan pan, que si no mi amigo se enfada).
* No es que yo sea experto en la casuística hamburguesil bilbaína, pero la verdad es que la hamburguesa que uno recuerda sí que va con buen pan.
** A todo esto, ¿cuándo empezaron esos sándwiches pasados por la plancha pero con muchísima mahonesa dentro? También llevan tomate en rodajas o lechuga, pero lo que los distingue es que van a la plancha y llevan mucha mahonesa; suelen estar fríos en las barras cortados en pinchos de mitad o cuarto de sándwich. Yo la primera vez que recuerdo haberme comido uno fue en 1991.