Y vino del Somontano; Huesca por todos los costados.


Me encanta coger la comida con las manos; esta longaniza aromática y grasienta, hecha léntamente con los últimos rescoldos.
Trenza de Almudévar.

La trenza desapareció a una velocidad próxima a la de la luz. No suelo hornear dulce muy a menudo, pero un día a lo mejor me animo a intentar hacer una en casa; con su masa madre, sus almendras y nueces y su glaseado.
Xuxos de la pastelería Lis
En Barcelona, el Raval esconde tesoros inesperados. El otro día, en la comida entre taller y taller de pan, Su me enseñó algo que no conocía; los xuxos de pastelería.
En Bilbao, lugar de buena pastelería y gente amante de los bollos, el xuxo no es muy apreciado, la verdad. Normalmente es industrial, un pastel «de segunda»; es más, puede que las pastelerías de renombre ni lo tengan. Pero aquí en Barcelona (y en otros sitios de Cataluña, por lo que me han comentado) el xuxo es otra cosa: algo excelso, delicado, sutil. En lugar de ser una masa frita algo basta, es una masa ligera que en el exterior te recuerda a un cruasán frito, enrollado y con finísimas capas crujientes.
El interior es ligero, nada grasiento, y contiene un poco de crema. Es maravilloso encontrar pequeñas sorpresas que amplían la visión de algo que tenías de siempre.