Cosa más deliciosa.
Hacía siglos que no las tomaba, puede que desde la isla, donde aprendí a quererlas. Aquí en Barcelona, la pobre chirivía vive relegada a su obligado matrimonio con el nabo; siempre los venden juntos. Incluso cuando estás en una frutería donde te las sirves tú mismo, te las meten casi en el mismo cajón. Creo que cuando me llevo una bolsa entera de chirivías y no me llevo nabos, me miran mal.
Siempre me ha sorprendido, al leer clásicos de hace siglos* como el Quijote o el Lazarillo, que tomar una raíz asada siempre parace la cosa más miserable, deleznable y de pobres, cuando la capacidad de dar placer en el paladar de la chirivía asada es, a mi entender, algo llamativo.
La chirivía asada es una de esas cosas (como las vainas) que, de haber pocas, saldrían los más finos hablando maravillas de sus sutiles aromas, haciendo poesía y zen de su textura y su sabor… y nos las cobrarían a riñón. Por suerte, es un placer proletario que cualquiera se puede permitir. Al asarlas, se concentra su sabor y su dulzor natural, y sale ese saborazo que te deja relamiéndote y estirando la mano para coger otro trocito.
Acompañadas de una ensalada de berenjena y ajos asados con nueces… pena de eneldo.
* Por cierto, la chirivía (Pastinaca sativa) en alemán se dice Pastinaken, que enlaza con el nombre en catalán de su prima la zanahoria, pastanaga; aunque antiguamente también en español se denominaba a esta última pastinaca, acepción que hoy en día recoge el DRAE como «en desuso». Qué bonitas las palabras (etimología circular patrocinada por Ibancito’s Incorporated).
Sorbete de fresa con nata
Sorbete casero. Básicamente fresas con un poco de azúcar, pelín de agua y una gota de limón. Sabe a fresa, mucho.
La nata era fresca, pero aún así no sabía apenas a nata. Una pena. Cómo añoro la nata inglesa (claro esquelosinglesesnosabencomer)
* Por cierto, visto el éxito de la convocatoria de cursos de pan de mayo en Barcelona y Bilbao, hemos sacado algún turno más para que nadie se quede sin. No digan que no avisamos, cursos de introducción al pan artesano el 20 de mayo en Bilbao y el 27 de mayo en Barcelona. Reservas aquí.