Con un pan de espelta viejo y un poco de morcilla madrileña. No tenía patatas, así que le eché pan duro. Así, en plan telúrico y primigenio, tomayá.
Un mal pan es una tristeza, incluso cuando está fresco; con un buen pan, en cambio, uno se iría al fin del mundo, incluso viejo, como si fuera un buen amigo. Nunca defrauda y es fiel hasta el final.
Qué cosa decir sopa de pan. Qué bellas las palabras.
¿Hay médicos para curar la adicción a los grelos?
La Cibeles IPA
Recuerdo el increíble ambiente de cerveza artesana en Cataluña, una explosión de pequeñas (y más pequeñas aún) cerveceras.
Ayer me pasé la tarde dándole a las ale madrileñas (la de la foto es una IPA de La Cibeles). Tengo que acordarme de ir a la Fca de patatas fritas y churros para hacer un maridaje de gastropub madrileño, que dirían los finos. Eso.