Pato chino

Recuerdo como la cabecera del programa «Con las manos en la masa» decía aquello de «Niña, no quiero platos finos, vengo del trabajo, y no me apetece pato chino».

Pato chino
Pato chino

Este fin de semana hemos hecho pato chino en casa, bueno yo miraba más que otra cosa. Y sí que tiene su enjundia, que si primerofrieelpatoconcantidadesingentesdeacitedesesamo, luegohazunmarinadobestialconanisestrelladoazucarderocasojaclarasojaoscuravinodearrozcominohinojo y no sé que más cosas. Así que uno sí se lleva la impresión de estar ante un plato especial, al menos la manera de cocinarlo lo es.

Eso sí, para un amante del «pato chino», es una revelación hacer esta variedad en casa. Hasta estoy aprendiendo a cortarlo para servirlo sin huesos.

Pato chino

Estaba tan rico, que la única energía que me mueve hoy es el pensamiento del pato que sobró, macerándose en la oscura y aromática salsita dentro de la nevera, esperando a que lo pase por la sartén esta noche y la piel se tueste y quede crujientita por efecto del calor y los azúcares de la salsa.

Pato chino

Me maravilla descubrir otras maneras de hacer, de cocinar, de mirar al mundo. Con estas cosas se siente uno impulsado a salir a la calle corriendo y abrazar al primer chino que se encuentre. No obstante, esto me recuerda uno de los shocks culturales más grandes que he tenido: cuando empecé a aprender mandarín y descubrí que el mundo (el mundo exterior, el mundo de los chinos) no está escrito en pinyin*. Así que tal vez me abstengo de ir abrazando chinos por la calle.

* Tal vez algo similar a cuando, tras años de ver tardías películas subtituladas en La 2, te das cuenta de que los extranjeros, cuando hablan, no vienen subtitulados.

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Arenque ahumado con Erdäpfelkäse

Desde que vi el Erdäpfelkäse (literalmente «queso de manzana de tierra») en el blog de Marona, me fascinó. En casa hacíamos desde hace tiempo puré de patatas con pasta de rábano picante y cebollino (sobre todo para tomarlo con caballa ahumada), pero nunca lo habíamos refinado tanto. Así que lo repetimos a menudo, en este caso sin pan y más ligero, con mucha crema agria, como guarnición, beilage.

Arenque ahumado con Erdäpfelkäse

Curioso, en francés tienen patate y dicen pomme de terre (manzana de tierra); en alemán tienen Erdäpfel (manzana de tierra, lo dicen los austriacos y los alemanes del sur) y dicen Kartoffel. Qué bonitas palabras todas.

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Guisantes con aguacate

Guisantes frescos con aguacate, aceite y limón.

Guisantes con aguacate

Me quedé con ganas de echarles ajo, pero es que así quedan tan suavecitos y cremosos.

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Baguette de chorizo infinita y coca-cola infinita

Baguette infinita.

Baguette infinita y coca-cola infinita

Infinita, que no tiene ni puede tener fin ni término.

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Café, cucharilla de café con grano germinando y Driza

Cosas extraordinarias en una tarde en Suances.

Café y cucharilla de café con grano germinando
Cucharilla de café con grano germinando
Driza

Debe de ser el primer animal que no sale cocinado en un plato en este blog.

* La base del mango de la cucharilla es un grano de café que germina por todo el resto de la cucharilla.

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Tengo una cosita dulce y alemana

Ha llegado volando desde Berlín.

Zuckerrübensirup de Goldsdsaft

Hace unos días hablaba de panela, azúcares, siropes y dulces varios. En aquella entrada hablaba de una cosa de la que me había encaprichado desde que la vi: el sirope de remolacha. Pues bien, para mi sorpresa, Noema me ha mandado un paquetito lleno a rebosar de su generosidad y simpatía, y hoy quiero agradecérselo aquí.

El Zuckerrübensirup (maravillosa palabra) ha cumplido todas mis expectativas; ¡es fantástico! Es oscuro pero, curiosamente, no es demasiado dulce, sino que está lleno de sabor y matices. Digamos que este sirope está entre el Golden Syrup y la miel de caña, como se puede ver en la siguiente foto.

Zuckerrübensirup de Goldsdsaft

Tiene el dulzor puro del primero y el sabor profundo de la segunda, sin llegar a ser tan fuerte como esta. De momento, lo estoy disfrutando en tostada con mucha mantequilla (creo que queda mejor en tostada fría, sin tostar…»en tostada sin tostar», qué curioso); pero también se lo he echado al yogur y lo he tomado con el dedo.

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El queso de nata de Sindo

No tengo palabras para describir este queso.

Queso de nata de Sindo

Bueno, vale, voy a intentarlo.

Entre los grandes quesos del norte de España (especialmente entre los cremosos, natosos) se hace una gran injusticia, una injusticia mayúscula: el menosprecio del queso de nata de Cantabria (como ocurre con muchas otras cosucas cántabras).

Queso de nata de Sindo

No se si será porque en otros sitios de España no es fácil encontrar uno bueno, a pesar de que está protegido por una D.O. (esto también ocurre con muchos otros productos), pero el caso es que creo que esta es una joya desconocida.

Es un queso tierno, natoso. Y ,cuando das con uno bueno, esa cremosidad te lleva al paroxismo, como ocurre con el queso de Sindo, de Tezanos de Villacarriedo. Lo descubrimos hace unas semanas en el pequeño mercado de productos orgánicos que montan los sábados en la plaza mayor de Torrelavega; y este sábado ahí estaba. Tenía miedo de volverlo a comprar por si el segundo queso no colmaba las altísimas expectativas creadas por el primero, pero qué equivocado estaba.

Sindo me estuvo explicando como ya hace años que se dedican a esto de la agricultura ecológica, aunque para él lo importante es la tierra, «que es de donde sale todo». El hecho de que sus vacas pasten libres los ricos pastos de Villacarriedo, la tierra.

Me contó que, después de la pasteurización a 72º, el cuajado y prensado, deja madurar el queso el tiempo justo; este de la imagen tiene unos 18 días, así que todo el sabor de la nata está ahí, nítido, fresco. Es un queso tan cremoso, tan tierno, que, en apenas 45 minutos, Iberia le procuró la curiosa forma achatada con la que llegó a la mesa. Cuando lo dejas unos minutos a temperatura ambiente antes de comerlo, la pasta del queso se deshace en tu boca como si fuera casi un camembert maduro, lo podrías untar sin dificultad. Tiene ese sabor lácteo nítido, un puntito salado. Según van desapareciendo los trozos del plato (y la foto de arriba fue toda la cena de ayer), desaparecen también las palabras.

PS: Ay, que intranquilidad me ha entrado al descubrir que el queso de Sindo, Granja La Sierra, tiene página web.

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