Pan de remolacha cocido al vapor. Es rosa.





Están hechos con un poco de remolacha asada (hecha puré). Algunos los rellené con una pelotita de queso de cabra, otros los comimos con ensalada de remolacha y queso de cabra (la tapa tautológica). Les puse poca sal porque quería unos bollos tan suaves com fuera posible, con el toque dulce de la remolacha y el toquecillo que da la cocción al vapor. Usé una harina china para bollos cocidos, que es finísima; en 10-12 minutos están cocidos. La próxima vez haré las pelotitas más pequeñas, ya que con la coción en plena humedad se hinchan y se hinchan y se hinchan sin parar.
Últimamente comemos mucha remolacha: en sopa; las hojas fritas en pelotitas con queso (como aprendí de mi familiá de ashá en Argentina); y asada en ensalada con queso de cabra y ajos asados.



Reremolachas.
Queso Idiazabal Aramburu
Los amigos de Delifunart me regalaron algo magnífico, excelso: un queso Idiazabal etiqueta negra de Quesos Aramburu.
Es un Idiazabal soberbio. El sabor es complejo de describir porque, por un lado, es muy profundo, muy de oveja, pero (y esto me sorprendió) es a la vez como suave, no es el típico muy fuerte y picante, ya digo que es difícil de describir. La textura es sorprendentemente cremosa, no es un queso madurísimo que se cuartea con facilidad, al contrario. Este queso está en las antípodas de esos quesos terriblemente ahumados y grasientos que son como picantes y con pocos matices de sabor.
Últimamente he tenido la suerte de disfrutar de unos Idiazabal de campeonato (de hecho me regalaron también el queso de los campeones de Ordizia de 2007). Me he reencontrado con este queso que, tal vez por siempre tenerlo en casa tan cerca, había pasado a un segundo plano.