Baozi especiados (bollitos chinos al vapor)

La masa de bollito chino, baozi, hecha con una harina finísima, almidonosa, me parece muy versátil, como un lienzo en blanco. Se puede rellenar de cosas sabrosas (como hacen tradicionalmente en Asia) y untarlo en más salsitas sabrosas. Pero también se puede jugar a aromatizar su suave miga, con resultados para todos los gustos. Para el curso de panes especiados del sábado, preparé tres tipos muy sencillos y rápidos. En salado preparé unos de tomillo rellenos de parmesano (el blanco con pintas); y en dulce unos de cardamomo con infusión de azafrán en lugar de agua, y otros de canela con clavo, rellenos de nueces (usé azúcar negro de melaza para dar dulzor y color).

Baozi especiados
Baozi especiados
Baozi especiados

Por lo que vi en los talleres del sábado, el que mas gustó es el de tomillo y parmesano (la verdad es que está bastante bueno), lo veo perfectamente untado en un poco de tomate rallado con una gota de tabasco, bien fresco. A mí el que me parece más sofisticado y sutil es el de cardamomo y azafrán. Me imagino tomándolo bien caliente en el jardín de una casa de indiano, mientras el servicio me trae una taza de Darjeeling para ver languidecer placidamente la tarde.

Con tanto bollo chino, el sábado me entraron unas ganas terribles de jiaozi y xiaolongbao, así que me fui de chino y acabé comiendo unos conejitos de bollo (tutsebao*, en transcripción libre).

Conejitos de pan

Estos estaban rellenos de pasta dulce de judías rojas.
*El pão portugués siempre está presente en estos panes cocidos de asia, como una bella herencia; ya sea el siopao filipino o en el baozi chino.

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Pan de maíz y trigo

Con harina vizcaína de maíz, de Gamiz. Me la dio David la semana pasada, y tenía muchas ganas de ponerme con ella. Es una harina dulcísima y húmeda; llena de vida, sabor y muy aromática.

Pan de maíz y trigo

Me hace gracia panificar en Barcelona con una harina que viene de uno de los últimos molinos del corazón de Vizcaya, por donde tantas veces he pasado en bicicleta.
Para este primer pan he usado mitad de maíz y mitad de trigo, y una «gran tasa de hidratación» (que dirían los finos), sobre el 79%; hay que ver lo que chupa este maíz. Con esa cantidad de agua, si fuera trigo, harías una gran chapata, pero esta harina de maíz da para una hogaza rústica con una alveolatura sorprendente (teniendo en cuenta lo «tocho» que resulta el maíz). Lo elaboré con masa madre de trigo (¡que ya ha cumplido cuatro años!), agua y sal. El sabor a maíz es muy potente; sabe nítidamente a talo, y luego a «kikos«, ya que la masa madre le da un toque acidulado que aún hace resaltar más el dulzor del maíz.

Con mantequilla y a vivir (aunque tiene que estar riquísimo para untar algo agridulce, como una salsa de tomate picante o un curry). Lo próximo con esta harina es una masa en dulce, elaborada con matequilla, algo así como un pan de sobao pasiego; tiene que ser bestial.

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Pumpernickel americano con alcaravea

Oscuro y sabroso.

Pumpernickel americano con alcaravea

Un pan de ida y vuelta. El pumpernickel original, el alemán, se hace con granos de centeno fermentados lentamente y horneado aún más lentamente (durante muchas, muchas horas), hasta que el pan acaba siendo un denso, húmedo y amargo ladrillito casi negro; en el recuerdo de muchos alemanes se toma con un buen unte de manteca de cerdo (Schmalz) y bien de cebolla tostada (la primera vez que lo pedí así, creí que era dulce y que la blanca manteca era una glasa de azúcar; qué susto me llevé al hincarle el diente). Cuando viajo a Alemania, siempre traigo un paquetito para disfrutarlo lentamente en casa.

El pumpernickel americano, por el contrario, es un pan mezcla de trigo y centeno, con un prefermento bastante potente, que consigue el color oscuro a base de una de las más alucinantes mezclas de ingredientes (café, cacao, melaza, malta,…). Al no tener el alma que tiene su hermano alemán, basa su sabor y textura en el uso de un prefermento y en la adición de miga de pan duro a la masa (es un pan caníbal). Curiosamente, yo no lo he probado en Estados Unidos, sino en el Este de Londres, a donde tal vez llegó desde la otra orilla del Atlántico, y donde ha permanecido como otro recuerdo de la presencia judía en esa parte de la ciudad: un pan de ida y vuelta. Allí lo venden con forma de bloomer y con mucha alcaravea.

Es uno de los panes que vamos a hacer este fin de semana en el taller de panes especiados de Bons Focs.

Pumpernickel americano con alcaravea

Lo he desayunado con un poco de mantequilla con sal, pero lo que pide a gritos son unos pepinillos agridulces, unos arenques o un poco de pastrami del bueno.

La miga es oscura, y eso que no he podido encontrar en Barcelona el polvo de caramelo que la tiñe hasta dejarla casi negra.

El sabor es muy intenso, con todas esas cosas que lleva para darle cuerpo y color, y la textura es muy particular; muy al gusto americano: densa, chiclosa, de las de masticar y saborear (no es un pan de centeno al uso).

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Pasta con alioli de comino y pimentón

Un majado/alioli demencial. Con pimentón de Murcia, cominos y mucho más ajo de lo que el sentido común aconseja.

Majadito demencial

Uno de esos días que te apetece algo más allá de lo racional

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Lentejas con salchicas de Cumbria

Con unas salchichas que dormían en el congelador desde la última visita a la isla.

Lentejas con salchichas de Cumbria

Unas salchichas notables, estas inglesas; cuando las fríes lentamente se les queda la piel dorada y sabrosa, con un toque de especias y un pelín de un dulzor caramelizado muy particular.

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Bravas y cerveza

En el Bar Tomás, el domingo al mediodía.

Bravas del Tomas

Con la grasita de la salsa escurriéndose por la comisura de los labios; otro aperitivo canónico.

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Merluza rebozada

Chez ma mère.

Ayer, antes de coger el coche y recorrer los 600 km que separan el Cantábrico del Mediterráneo.

La merluza rebozada es uno de mis platos favoritos y, sin duda, el pescado que más he comido en casa (mi familia proviene de una larga estirpe de grandes rebozadoras). Esto, y las vainas con patatas, creo que constituye un porcentaje muy alto de mi esqueleto.

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