Una de las ventajas de vivir en el este de Londres es que estás cerca de St. John, un restaurante/panadería realmente atractivo. En la panadería tienen productos de gran calidad; sourdough de diversos tipos, pan tradicional francés, dulces, merengues… y Eccles cake. Este pequeño pastelito de masa hojaldrada relleno de pasas es algo excepcional. La masa desprende un olor increíble y el sabor de las pasas del relleno es inolvidable, sobre todo si se acompaña de un queso sabroso, como un cheddar maduro.
Hay algo especial en la mezcla de dulce con salado y las texturas, las capas crujientes del hojaldre, las pasas excesivas y la cremosidad del queso. Es, sin duda, de las mejores cosas que he probado en esta ciudad.
* Realmente el restaurante es muy famoso por retomar la tradición inglesa (casi perdida) de la cocina «integral» del cerdo (preparan con gran gusto cualquier parte del animal); uno de los sitios que merece una visita en Londres.
Baklava
Nunca he estado en Turquía, sin embargo ultimamente su gastronomía me maravilla. De hecho, había comido baklava muchas veces, pero nunca como este domingo. La baklava siempre me habia parecido un dulce pobre, pastoso y de poco gusto. Pero eso es porque nunca la había tomado fresca. El domingo estuve en una de las muchas pastelerías, a modo de salón de té, de la zona turca y simplemente quedé impresionado. La calidad del hojaldre empieza por olerse; un olor limpio, agradable, a buena pastelería; y luego el sabor es nítido, rico, y la textura se podría decir que transmite que lo que comes esta aún «vivo».
En la imagen, la mañana después, lo poco que quedó, casi saboreando más el descubrimiento de la tarde previa que el propio sabor de la mañana.