Lunchbox, berenjena y cebolla asadas con feta y cilantro.
Lahmacun hecho en casa
El Lahmacun es un pariente turco de la familia de la coca, la pizza o la pissaladière. Se suele tomar con ensalada y un chorro de limón. Aquí en Londres hay diversos tipos de restaurantes turcos. Algunos sólo dan masas de pan como los lahmacun y los pide, mientras que otros se especializan en maravillosas carnes a la brasa.
Teniendo en cuenta que horneo cada semana varias veces, tomo poca pizza, la verdad. Y eso que es tan fácil como guardar un poco de la masa del pan, estirarla y ponerle cuatro cosas encima, como se ha hecho durante siglos en muchas partes del mundo.
Pelotitas de morcilla y trigo bulgur
Esta es mi primera aproximación (fallida) a un plato mítico de oriente medio, el kibbeh, una masa de carne de cordero (en este caso morcilla, que no le va mal), trigo bulgur, cebolla y especias. El secreto está en pasar por el mortero la mezcla mucho tiempo, hasta que quede una masa fina, que a veces se toma cruda (kibbeh nayé). Otras veces se fríen o asan las pelotitas (como en este caso), o también se meten en una cubierta de trigo con forma de torpedo.
En la imagen acompañado por una salsa de yogur con ajo y menta, que le va muy bien como contrapunto. Otra opción es cocinar los kibbeh en esta salsa de yogur, habiéndola homogeneizado antes con algún aglutinante para que no se corte al cocer (también se puede hacer la salsa con yogur de cabra, que no se corta al cocer).
Tostada escandinava
Una tostada inspirada en el gusto escandinavo. Con pan redondo crujiente que traje de Estocolmo (aguanta meses, es lo bueno), arenque ahumado, queso, mantequilla y pepino.
Pan malteado
Este pan lo he hecho con mi masa madre (¡que acaba de cumplir un año!) y harina orgánica con malta y granos de trigo de la marca Dove´s. Ha salido una textura fantástica, esponjoso y lleno. El sabor, gracias a la malta es rico y anuezado. Un buen pan.
Fish & chips
El plato de pescado más consumido en un país rodeado por el mar. Este de la imagen es bacalao, pero también son muy típicos el abadejo o la platija. Uno de los grandes placeres del fish and chips es ir haciendo una colección de acompañamientos para jugar y hacerle compañía.
No pueden faltar pepinillos agridulces, o cebolletas en vinagre dulce (en la foto); pero otros clásicos son los guisantes en puré con una pizca de menta o los huevos en vinagre. Para echar por encima, el vinagre de malta está bien, aunque el ketchup, la salsa de rábano o la brown sauce siempre dan mucho juego.
He probado muchísimas variedades de fish and chips. Infinitas variaciones en el reboce, en el pescado (y sus calidades), hasta el tufillo de las patatas varía de chippy en chippy (así es como les llaman a las freidurías). Pero la verdad es que el fish and chips es uno de mis favoritos de aquí.
Barbacoa
Butifarra de Sils y longaniza aragonesa.
Panceta y chuletillas de ternasco a la brasa.
Sandía y melón.