Pimientos y Roger van der Weyden

A veces suceden cosas que te dejan pensativo. Y, a veces, suceden en la cocina.

Pimientos esperando para entrar en el Balay

La gastronomía y el arte son de las cosas que más me gustan, y en las dos disciplinas mi gusto es amplio. Disfruto con la elegancia y materialidad de Donald Judd y con la manera en que las piezas de Carl André entran en mi mundo y en el tuyo. No obstante, hay veces que no puedo evitar asombrarme ante la elegancia y la materialidad de El Descendimineto de Roger van der Weyden y con la forma en que entra en mi mundo y en el tuyo; a pesar de que a unos y otro los separen más de medio milenio. ¿Acaso no pensaría el bueno de Roger en esa materialidad y elegancia?

De una manera similar, observo con curiosiad a la vanguardia de la cocina, esa que desde siempre nos ha dado técnicas y conceptos que, con el tiempo, se dan por sentados, como el reboce o el baño maría. A veces no puedo evitar sonreír al ver como, al asar unos sencillos pimientos, se forma en la bandeja del horno, espontáneamente, un fino caramelo de textura sedosa y sabor indecible. Caramelo de pimiento morrón.

Caramelo de pimiento morrón

Sin duda, algo así llenaría la boca de los cocineros de vanguardia (que piensan en minúscula arial 10) con palabras como deconstrucción, postmodernidad, etc.

Curiosamente, cosas como los Zeeuwse bolussen me hacen pensar también en esto, ya que serían poco menos que «el correlato deconstruido» de las espirales y caracolas de la bollería más clásica. Si no fuera porque tienen siglos de historia.

Pimientos asados, minimalismo y postmodernidad

Pensaba en todas estas cosas mientra lamía de la punta de mi dedo el caramelo de estos pimientitos deconstruidos por mi Balay.

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8 respuestas a “Pimientos y Roger van der Weyden”

  1. Gemma dice:

    No des más ideas raras a los cocineros de vanguardia, que ya tiene bastante con su imaginación… ;)
    Ya me imagino el siguiente entrante: «néctar dulce rojo armani de pimiento morrón» y una nota debajo: «imprescindible llevar las manos limpias para degustar-lo» :)

  2. Dios bendiga a tu horno!! Las grandes reflexiones de la vida han salido de estos aparatejos. Y si no que se lo digan al de la magdalena…Proust, me refiero.

  3. ella dice:

    La primera vez que te leí, recordabas cosas gracias a unas judías verdes hervidas con patatas. Estabas lejos, eso si. Hay que ver lo bueno que es cocinar…
    Un beso

  4. MunduJr dice:

    Cuando conocí este blog, hace ya meses, estaba enzarzado en un intenso debate que todavía no hemos resuelto que empezó con una pregunta: «¿Puede la gastronomía transmitir una propuesta intelectual?». Semanas después mutamos la cuestión hacia «¿Es la gastronomía un arte?». Yo no tenía, ninguna duda al responder de forma afirmativa. Ni tengo.

    La gastronomía representa la esencia de la humanidad. La que nos devuelve a nuestro ser más básico, pero a la vez nos hace diferentes al resto de los animales. Es la respuesta a la que no hallo respuesta: ¿qué hace que un ser, por primera vez en la historia, muela unos granos secos de cereal, los mezcle con agua y los meta al horno para hacer algo que «sólo» sacia el hambre? ¿O es que la gastronomía satisface algo más que un instinto animal?

    Ma chi lo sa, Maestro Panettiere, chi lo sa…

  5. Ibán dice:

    Gemma, sí, sí….se me olvidaba lo de las instrucciones para comerlo ;) jeje ¿Rojo Armani, eh? Ya veo ya como me dice…
    Mar, ¡Dios lo bendiga! La verdad es que me tenía que haber traído un cura a casa la semana pasada para que lo bendijera, cual navío recién botado…
    ella, qué buen recuerdo, aquellas judías en Londres. Estos pimientitos sí que están más cerca. Qué guay que te acuerdes de aquello :) Estas cosas sencillas son las mejores.
    Mundu, ay…¿pero que es el arte?…pues joderte de frío, está claro :P
    Pero, la verdad es que hay una relación directa entre expresiones humanas como la cocina y las artes plásticas. Pero es una cuestión ardua y profunda…la verdad, no sabría que decirte. Pero tienen muchos paralelismos, como este del caramelo de morrón y Roger van der Weyden :)

  6. ella dice:

    los demás, algunos demás hemos seguido aqui: lo bueno es que tu recuerdes esas sensaciones y seas capaz de trasmitirlas.
    Cada jueves, ceno con amigos, los mismos, fuera de casa y cada jueves, es una experiencia.
    Un beso.
    (la cosa ésta de escribir lo que ves, como se llama? para que no sea spam, ésta noche ha estado sembrao!: «the delicate»)

  7. Ibán dice:

    ella, je, realmente no sé como se llama. Bueno, es Captcha. Este que tengo puesto (que a veces si que «compone» cosas chulas) tiene una historia chula, no sé si lo has visto. Te pide dos palabras, porque una es para verificar que eres humano y la otra es parte de un proyecto muy chulo. Se están digitalizando muchos libros antiguos; lo hacen máquinas y, a veces, encuentran dificultad con algunas palabras. Este sistema coge esas palabras y se las da a «interpretar» a los millones y millones y millones de personas que rellenan millones y millones de cuadritos de estos al día. Así que, cada vez que rellenas una palabra de esas, estás ayudando a digitalizar un libro! No sé donde lo vi, pero me pareció una buena historia.
    Oh, cenas con los amigos, qué envidia! Si encuentras algún sitio chulo, ya sabes!!

  8. Blanca dice:

    Ciertamente el «suquet-carmel» (suquillo-caramelo puede ser una traducción?)es muy bueno, pero qué me dices de una tostada de pan de centeno con un poquito de mermelada de pimiento rojo? Creo que fue la primera o segunda receta que puse en el blog, es exquisita con pan de centeno y queso de cabra (de ese tipo «rulo»). Cielos, estoy salibando…y yo con estos pelos…

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