Grandes clásicos de nuestra vida, y grandes cosas que ha hecho el este de Europa por la humanidad.
Con bien de salsa de remolacha y rábano picante.
Con smetana, ajo y comino.
Con una de esas salchichotas ahumadas polacas gordas. Sí.
Llegar a casa después de una buena kilometrada, y encontrar un plato de croquetas caseras.
La conocida capacidad isotónica de las croquetas de pollo. Sí.
Llegar a Madrid y conseguir naranjas confitadas para mis mujeres de Maeztu. Un lunes de puente. En octubre.
Der cielo über Madrid, tan precioso como siempre.
* Con sorpresa descubro que Casa Mira tiene (o tuvo) un appointment to his royal majesty. Y uno que pensaba que estas cosas no pasaban en España. God save Casa Mira.
Con olivas negras, ajo y un poco de tabasco & pepper.
El condumio había sobrado de una focaccia en un taller de pan, se encontró en la nevera con una berenjena asada que estaba triste y sola, y con una masa abandonada que tres o cuatro días antes había querido ser un pan de molde. Pimpampún.
*Antes de entrar al horno le hice una foto con la cámara de fotos. Creo que es la última foto que hizo, la pobre.
Potaje de patatas y repollo
Con morcilla asturiana.
Según se enfría, la grasa roja de la morcilla sale a la superficie. Mañana me lo llevaré de viaje a la oficina. Tengo pan para untar.