En Vitoria, con Txema, de Artepan (he publicado una entrevista con él en La memoria del pan, aquí), la mesa llena de pan.
En un restaurante donde sirven su pan… pero con más panes que llevó para la ocasión, dos panes de Enkir (en la tabla de madera), además de su Azkoyen, rústico y aromático y aún otro pan que elaboran en el restaurate. Estuvimos hablando tanto rato de pan que la camarera no pudo meter baza y traernos la comida hasta pasado un buen rato.
Un lujo:)