Sí, sí, ya sé. Pero es que el cacahuete es una legumbre (¡Je!).
Hace tiempo que quería probar esta receta que me pasó mi amiga Laurien, y qué mejor oportunidad que el HEMC de las legumbres que nos propone Alica.
Esta tostada es una muestra del gusto de los holandeses (como muchos otros países del centro y norte de Europa) por los sabores agridulces, por las mezclas que en el sur de Europa nos dan más reparo.
Siempre me ha chocado como países como Holanda o Inglaterra han sabido sacar más provecho gastronómico de su época colonial que España. Nosotros trajimos los ingredientes pero no los métodos o recetarios, eran diferentes épocas, claro. Así, el imaginario culinario cotidiano holandés tiene una cierta sobriedad (casi castellana diría yo) de platos sencillos y contundentes, como la sopa de guisantes, uno de los platos nacionales, o su manera de servir las carnes con las verduras cociditas cada una por separado, (como también les gusta a los británicos) en vez de servirlas en una mezcla estofada, como nos gusta en el sur. Pero, por otro lado, han desarrollado un gusto por las mezclas agridulces y por los ingredientes y maneras de sus colonias. Los platos de Indonesia o Surinam se pueden ya considerar casi tan holandeses como el Gouda de cominos; el nasi goreng o el moksi meti gustan a todos, mayores y jóvenes. Quiero decir que no son platos «de moda» o exóticos.
Esta tostadita me recuerda todas esas cosas. Tiene pan (mejor si es integral), matequilla (sí, ya sé), matequilla de cacahuete, pepino en rodajas y sambal (una pasta de pimiento picante de Indonesia).
Ya sé que puede chocar poner mantequilla y mantequilla de cacahuete, pero hay que decir que en holandés, la pasta de cacahuete que nosotros (y los anglófonos) denominamos mantequilla se llama pindakaas, literalmente «queso de cacahuete». En Holanda yo diría que es tan habitual como en Inglaterra o los mismísimos EEUU, e incluso la usan con una mayor amplitud de miras en la cocina, como en esta tostada o en la salsa saté (o satay), que es muy habitual.
El resultado es sorprendentemente bueno. Se podría decir que es como ir a comer a un restaurante tailandés, pero en miniatura y express (por lo rápido que se hace). Está dulce, salado, picante y cremoso, como un buen curry verde.
No me gusta presentar más que una cosa al HEMC, para no saturarlo, pero en este caso, y por si hay alguna suspicacia, también os presento una receta que hice hace poco, Casarecce con garbanzos fritos, cebolla y foie.
La verdad que es raro que en España, que se consume y conoce el cachuete, no hay triunfado su mantequilla y demás variantes.
En mi pueblo (ya está la pesada de la Mancha) tradicionalmente no había sarao que no estuviera acompañado de «alcagüetes», es decir, los cachuetes con su cáscara y una gorda capa de sal.
Incluso mi abuelo los tomaba de postre…
¡Me encanta la mantequilla de cacahuete! Y desde que descubrí el saté, también la como en salado :)
Cuando comencé a probar el saté busqué las marcas que lo comercializan ya preparado y aluciné de que la mayoría fueran holandesas. Entonces fue cuando me enteré del gusto de los holandeses por el cacahuete.
En fin, me quito el sombrero ante tu receta… ¡de lo más original!
Un abrazo!
¡Me encanta la originalidad de la receta! Y tu valentía: cacahuetes para el HEMC de legumbres ¡olé y olé! …me quito el sombrero.
Y me encantan también las reflexiones sobre los sabores y los gustos culturales!
Saludos desde Berlín, Noema :D
Mar, efectivamente. Es llamativo que el cacahuete sea muy apreciado por sí, pero no más allá. Por ejemplo, las semillas de girasol gustan mucho; pero también el pan con esas semillas, salsas u otros productos…nosesimesplico… Yo creo que es por ese rechazo a sabores más «híbridos», no sé, no sé… habrá que reflexionar al respecto.
Marona, a mi me chocó mucho también la pasión de los holandeses por el cacahuete, además, no tienen ningún complejo o prejuicio para usarlo, son unos cachondos los tíos ;) A mi me llamó muchísimo la atención (lo que es viajar) ver que la marca más famosa de mantequilla de cacahuete es Calvé ( http://nl.wikipedia.org/wiki/Calv%C3%A9 ) que no es una marca española!! :)
Ay, el saté…qué rico es. Curiosamente el más rico que he probado ha sido en un restaurante vietnamita, allí lo hacen muymuy aromático, casi en plan curry, y algo picante…
Noema, saludos al Spree desde el Besos! Me alegra de que te guste, pásate cuando quieras y quédate a cenar.
Como siempre tus recetas son muy originales y las fotos geniales, siempre que miro tu blog tengo ganas de dar un mordizco a la pantalla.
Ahora que dices Satay… me acuerdo de un sitio en la City londinense (en City Rd, casi en la esquina noroeste de Finsbury Square) donde solía comer alguna que otra vez cuando trabajaba al lado. Del nombre no consigo acordarme, pero era una especie de sandwichería regentada por un tío hiperactivo, fanático del deporte (el local estaba lleno de fotos de ciclistas y él tenía pinta de serlo) y hacía unas hamburguesas dobles inmensas con pan ciabatta casi entero y entre un millardo de cosas le ponía crema de cacahuete… y se llamaban «nosequé double-decker nosecuantos satay burger».
Intentaba ir lo menos posible (sin conseguirlo) porque aquello debía tener millones de calorías, pero lo de poner mantequilla de cacahuete a la hamburguesa era genial. Y eso que a mi la mantequilla de cacahuete no es que me haga demasiada gracia…
Mira, a ver si la encuentro por aquí, y voy a hacer la prueba. Para recordar viejos tiempos
Sir ANTHONY WORLDGATE.
Cerise, ¡gracias!
Mundu…mmm…en el City Road, no caigo…y mira que me lo habré hecho veces en bici, parriba pabajo… ¿calorías???? na, hombre, «te lo habrá parecido» ;)