Una de sobras. Un poquito de carne picada, unos ajos tiernos que había por ahí un poco tristes, bien de ajos de los otros, mucho perejil, un poco de chucrut casero del bueno y limón. Mucho fuego, todo un poco tostadito, no podía salir malo.
Qué gusto da dejar la nevera limpita y que salgan cosas ricas.
Sorbete de chirimoya
Prácticamente chirimoya hecha puré y pasada por la heladora. Apenas tenía azúcar (se diría que se hubiese podido omitir él azúcar).
Lo más flipante es la textura que consigue la chirimoya con esa sustancia cremosa-gelatinosa-mucilaginosa que tiene; cuesta creer que se puede hacer un sorbete tan cremoso sin ningún tipo de «cosa» (goma de garrofín, agar-agar, nata, etc.). Aún así, tampoco es un helado que se vea mucho. Bueno, di que si has hecho helado en casa, alucinas (también con esto) con las cosas que venden.