Qué cosa da cuando se acaba una caja de té.

Soy un gran bebedor de té, y en cada caja van muchas cosas además de las bolsitas. Por suerte, tengo muchas cajas.

Esta está llena.
Qué cosa da cuando se acaba una caja de té.
Soy un gran bebedor de té, y en cada caja van muchas cosas además de las bolsitas. Por suerte, tengo muchas cajas.
Esta está llena.
Otro poquito más de aroma indio por casa.
El otro día sobró un poco de arroz del curry, blanco, cocido, sin más. Justo tenía un poco de infusión de azafrán que había hecho para otra cosa, así que en un pispás monté un arroz con leche con el azafrán y un poco de cardamomo molido.
A pesar de la precariedad de los medios (arroz ya cocido y lavado, leche semidesnatada), quedó fantástico. El azafrán con lácteo es uno de mis sabores favoritos, recupera toda la intensidad de los dulces indios que tanto añoro. Otro día lo prepararé con bien de tiempo, arroz bomba, leche entera y trocitos de pistacho.
Bueno, normalmente se utiliza la transcripción inglesa o francesa, ganoush, o se le llama directamente moutabal o mutabal.
Claudia Roden, en su libro «A new book of Middle Eastern Food», dice deliciosamente cómo la combinación de sabores del baba ganush…»is exciting and vulgarly seductive». Y, la verdad, hecho en casa con ingredientes frescos, con bien de tahini y limón, sí que es bastante vulgarly seductive, por cierto.
Este sábado disfrutamos de un pan excepcional en casa, y no lo hice yo.
El naan es uno de los panes más populares en todo Asia. Normalmente se hacen en un horno de barro, pero también se pueden hacer en casa en sartén (o wok) y quedan riquísimos, como muestra Dan Lepard en el libro The Cook’s Book. La masa es bastante ligera, se hace muy rápido, y tiene tanto levadura química como viva; cuando la pasas por la sartén, se llena de bolsas de aire que le dan su aspecto característico. Son muy ricas para acompañar un buen curry (de hecho, alguien ha tomado un pellizco a uno de los naan).
Así, envueltas en un trapo y calentitas, tal como están en la tercera foto, me recuerdan a como las tenían en nuestro curry favorito, adonde íbamos, por épocas, a diario (y que tanto echo de menos). Allí había montoncitos de panes planos, envueltos en trapos; había de todo tipo: naan, rotis, parata, puri,…
Y para matar el gusanillo de curry (que últimamente pica fuerte), un curry de garbanzos, chole curry, con bien de jengibre, cúrcuma y cilantro molido. Bueno, tendría que ser chole saag curry (de garbanzos y espinacas).
Bueno, en el paquete ponía «Currywurst», pero la verdad es que la Wurst tenía poco curry.
Y, para colmo de males, se nos ha acabado el Hela Curry Ketchup.
Pierogi con smetana
En casa sentimos verdadera adoración por la comida del centro y este de Europa. Creo que es de los sitios donde mejor hemos comido, comida sin pretensiones, buena de verdad (bueno, además yo estoy convencido de haber sido eslavo en una vida anterior).
En Polonia, los pierogi son un auténtico símbolo nacional (casi como la tortilla de patata aquí), pero se toman también en muchos otros países. Pertenecen a la familia de «cosas ricas en saquitos de pasta» que existe por todo el mundo, y que siempre resulta libidinosamente rica.
Hicimos tres tipos de pierogi tradicionales: los llamados «pierogi rusos»/Ruske pierogi, rellenos con requesón (su requesón) y patata; otros con chucrut y setas; y con chucrut, panceta ahumada y pimienta. Éste último fue el auténtico delirio.
Estos sabores contundentes los completamos con uno de nuetros alimentos favoritos del mundomundial, la smetana (nata agria del centro de Europa). Nuestra vida nunca fue la misma desde que probamos la smetana en Bukovina, es algo inexplicable. Su sabor agrio es una experiencia que saca nuevos sabores a muchos platos, ya sean sopas o platos de carne o pasta.
Me sorprendió especialmente el sabor del chucrut con la panceta, es un sabor que había probado, pero que no sabía que se pudiera conseguir en casa. Un sabor que tienen algunos platos de pasta del sur de Alemania, un sabor lleno y contundente.
Cuando uno escucha o pronuncia las palabras «pierogi con smetana»* no puede evitar que se le escape un profundo «mmmm».
* Pierogi para nosotros se pronuncia «pierogui».