Cinco días de nevera, de perder gas y volumen; de la alegría a la tristeza.
Cuando hice la fotografía aún estaba en bastante buen estado, lejos de esas masas que se quedan tristes y negruzcas al fondo de la nevera, pero que son totalmente válidas para panificar con un poquito de cariño.
Brrr, pues aún así le tengo envidia, no hay forma humana que me salga. Una vez me salió en condiciones pero no supe alimentarla y no la logré despertar. Estoy esperando a que llegue mejor tiempo (qué lista soy! me imagino que mis fracasos son por el frio).
Bueno, te cuento.
Un saludo
Pues tu masa madre también la lió en mi nevera hahaha, no te puedes imaginar la alegría que me dió! Por suerte tenía platito y no pringó demasiado. Muchas gracias por ser tan generoso con tu masa madre y con tus conocimientos panaderiles.
Vaya días…..abro la nevera y ‘los bichos’ estan por todos los lados. Gracias una vez más, da gusto comer pan bueno!!
siiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!
me acabo de apuntar para el taller de pan italiano en Terrassa, así, de bote pronto. aún no sé cómo voy a montar la logística criaturil, pero este no me lo pierdo.
esta noche repito masa madre, que la primera que hice me la gasté toda en un pan y no reservé. una, que es así de borrica y lanzada.