Mientras separábamos las verduras en buen estado de las que no habían sobrevivido al invierno sueco, estuve hablando con Anders un rato sobre cómo las conservaban. Me dijo que, en muchos casos, donde mejor aguantaban eran en el campo; a veces cubren el campo de patatas con paja durante el periodo de nieve; también utilizan el secado como forma de conservación, además de sus increíbles fermentados. Me llamó mucho la atención lo delicadas que son las berzas secas. Listas para cualquier caldo o sopa. Las metemos en bolsas de papel de estraza.
Su vivo color verde destaca sobre el marrón del papel.
Mi abuela solía dejarlas al sol. Pero esta me parece una opción estupenda para que no pierdan su color.
Buen fin de semana.
[…] lo gordo es que no estaba nada malo. La berza seca se pasa un segundín por el aceitillo que dejan las palomitas en la sartén: da un toque muy bueno. […]
[…] que suele haber en los restaurantes vegetarianos. Y lo gordo es que no estaba nada malo. La berza seca se pasa un segundín por el aceitillo que dejan las palomitas en la sartén: da un toque muy bueno. […]