Preparados.
Listos.
¡Ya!
No me suelen gustar mucho las reflexiones «metablogísticas»; pero es bonito esto del blog. Con el paso de los años ves cosillas. Por ejemplo, hace un par de años, la otra vez que hice una entrada al arroz a la cubana, fue justo 2 semanas antes de dejar Inglaterra, en aquella ocasión el arroz a la cubana era un alimento lleno de emoción. Como siempre, pero más. Hay algo en el arroz, el arroz a la cubana, el arroz con leche. Imagino que es ese algo que comparte con otros carbohidratos que asociamos con nostalgia a los momentos de mayor felicidad. Qué rico con los huevos bien llenos de puntillas. Crujen al masticarlos.
Cachis con que no te gusten las reflexiones metablogueras! con lo que iba a disfrutar… Arroz a la cubana a la española! ni te imaginas la de siglos que hace… otra receta que a punto a la lista de «hay que hacerlo pronto» …
Bsssssssss
Sí, Maite, después del párrafo que escribiste en este blog (maravilloso, lo haría recitar cada día) sobre el no menos bello párrafo que tienes al pie de tu blog…me tengo yo para mí que somos de la misma cuerda :) Así que es posible que tuvieramos más que una reflexión metabloguera que compartir. La cosa es que me aburren los blogs que hablan de blogs, así que intento no hacerlo (de hecho me aburre explicar esto, pero qué leches, tú te lo has ganado).
jeje… eso le digo a mi hijo el grande: que hay que desear mucho las cosas por imposibles que parezcan y recitarlas en voz alta, porque lo peor es que nadie te oiga y aún así, siempre habrá alguien que te escuche: tus orejas!
+ bss
es de mis patos favoritos favoritos.. junto al arroz con leche… m!!! la verdad es que yo creo que también tiene que ver con la infancia y los primeros sabores que recordamos y queremos..
un abrazo!
Un plato de los de toda la vida en según que circunstancias se puede convertir en un viaje en el tiempo y llevarnos a momentos entrañables.
Caray no pensé que la foto de unos huevos fritos me iba a poner filosófica !!!
Los huevos fritos te han quedado mejor esta vez….hummm es genial el arroz a la cubana!
Pillo Ibán, más que pillo. Te las sabes todas. Completamente de acuerdo en que hay que servir este suculento plato «en dos vuelcos». Primero sin tomate, luego, también sin tomate y por último, a lo mejor, con tomate. Ahhhh mi plato favorito. Delicatessen de un pobre.