Guindillas

Listas para fermentar y que puedan luego calentar el invierno.

BotesGuindillas

Algunas con ajo, otras con «madre» (pedacitos de zanahoria o pimiento rojo, ya fermentados). Al de un día ya empieza a salir alguna burbujita.

Guindillas del mismo Bilbao.

Esta entrada fue publicada en Verde, Vida fermentada. Ir al permalink. Publicar un comentario o dejar un trackback: URL del Trackback.

10 respuestas a “Guindillas”

  1. ander dice:

    Lo tuyo con las guindillas es fascinante!!!

  2. Hunter dice:

    Me resulta extraño esto de fermentar las guindillas (en tí no, por supuesto, jejeje). Por mi tierra lo que se hace es echarlas en una salmuera (no muy salada) con vinagre (igual que los pepinillos, cebollitas, etc.)

    Por cierto, ¿de verdad calientan? ¿no será como el alcohol, que de calentar nada, solo son sensaciones corporales? A mi en particular me calientan la boca y me enfrían la frente si son muy picantes (por los sudores frios que me caen). Que conste que me he cortado de soltar una bordería. jejeje.

  3. Javier dice:

    ¿Por qué no subes la receta de la conserva? Plis. Yo también acabo de poner un allotment (huerto) en inglaterra y disfrutando mucho de ello, y de la cosecha, aunque el clima es peor y dificulta la variedad y limita el periodo cultivable del año.

    Gracias

  4. Ibán dice:

    Hunter, Javier. La idea de la fermentación láctica es intentar que bacterias beneficiosas colonicen los alimentos y los transformen, prolongando su vida, aumentando sus propiedades nutritivas y ofreciendo sabores y texturas fantásticas. Todo lo contrario que el embotado, que busca la esterilización, la supresión de toda vida que haya en el producto.
    La salmuera que comentas, Hunter, en realidad es el medio idóneo para fermentar: las bacterias que queremos medran en un entorno anaeróbico y salino (que inhibe el crecimiento de otros microorganismos indeseados), así es como se fermenta, por ejemplo, el chucrut (en ese caso la salmuera de fermentación es el propio jugo de la col con sal), pero también cosas más cercanas como las aceitunas o salchichones. Así que fermentar en casa es sencillo, necesitas una salmuera (el grado de sal variará dependiendo del gusto y la época del año, más sal en verano, cuando hace más calor). En concreto, lo que dices de una salmuera con vinagre es exactamente lo que he hecho en 2 de los 12 botes que hay, fíjate qué pasa al de tan sólo un día: con agua/vinagre (mitad y mitad) y sal al 1%, mira aquí. Esas burbujas son indicativo de fermentación.
    Los otros 10 botes van con una salmuera al 4%, algunos llevan pequeños trozos de verduras que tenía ya fermentadas, como zanahorias (mira la alegría que tenían al fermentar) o pimientos.
    Una de las mayores delicias que he probado fueron unas judías verdes fermentadas (de las redondas, «francesas», finísimas), con cebolla y eneldo.
    Javier, la idea básica es sencilla: mantener sumergidas en salmuera las verduras a fermentar, la salmuera puede variar en porcentaje (2-4% es muy normal), luego ya es experimentar y encontrar tu gusto. No sé si habrás probado el kimchi coreano, es otro fermentado brutal, o un buen chucrut sin pasteurizar… la locura.
    Echadle un vistazo a esta galería.

  5. Perdón por seguramente la pregunta tonta del día:
    – Tapar y enroscar o solo tapar?
    …… y cuánto tiempo?
    Gracias anticipadas oiga.

  6. su dice:

    Que pintaza!!

  7. Hunter dice:

    Gracias Ibán por las aclaraciones, leerlas de tus dedos es siempre un placer y escucharlas de tu boca como en los videos de Robin Food más aún. A ver si me animo y me pongo a fermentar más cosas a parte del pan. Algo que me gustaría fermentar es la cebada para obtener una rica cerveza.

  8. Alfonso dice:

    Ibán una pregunta importante:
    al ponerlas con el agua y la sal (y además de los toppings),
    ¿las «pinchas» para que les entre el líquido por dentro o las dejas «infladas» de aire?

    Este invierno me puse morado de chucrut de lombarda («morado», jaja, me parto) y de hecho aún me queda y está realmente cada día más bueno, y al ver estas guindillas he sentido un respingo en el culo que me incita a darle al arte del fermento láctico de nuevo.

    Gracias.

  9. iñaki dice:

    Hola Iban que tal iria con agua del mar,de la Concha por ejemplo.
    Lo voy a probar ya te comentare.

    Buen curso en Basollua.

    Te recomiendo visites el antigo Basollua en Ulia , mi monte,en la punta si,hay un merendero precioso ahora.

    Agur .

    Iñaki

  10. […] dejado olvidadas, abandonadas, desatendidas, ha llegado el momento de abrir los botes de guindillas que puse a fermentar el 5 de septiembre. Todo este tiempo, mientras yo iba de aquí para allá, han estado en un rincón; muchas no han […]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *