Acompañado de copiosas cantidades de gazpacho, antes, y horchata, después.
Uno de esos días que, sin saber muy bien por qué, acabas cenando cosas raras. Los torreznos de pato eran curiosos, mucho menos grasientos de lo que cabía esperar. El mochi de amapola era una conexión cósmica eslavoasiática; gomosa pero rica.
Te prometo que he leido el título y no tenía ni idea de lo que habías comido!
Vale, los torreznos al final los he entendio, pero el resto no… ignorante que es una y con muchas ganas de aprender :)
A mi la textura gomosa de los mochi…como que no. Ahora bie, el pato como sea, donde sea y casi con quien sea!!
Y los mochis, ¿son de fabricación propia?
Imagino que el gazpacho seria de «lichis encurtidos» y la horchata de «pipas de calabaza albina», no fuera a ser que entrara algún alimento «normal» en tu dieta.
Sigue así y el examen a C.S.I. a nivel Interpol incluirá un test para averiguar tu patrón alimenticio.
Un saludo, «panarra».
Habría que investigar qué fue primero, si el mochi de amapola o el Mohnknödel…
Anda, qué casualidad, anoche yo también hice mochi. Bueno, ehmm… lo intenté. Fue un desastre y los tuve que tirar. Me gusta el relleno de semillas de amapola, me apunto la idea por si algún día me salen comestibles.
Alhamdulillah que pusiste las fotos…
Pero…y ese menú? elaborado todo por tí o te lo han traido?!!!y si lo has hecho…como?!!? Los torreznos tienen super buena pinta, e imagino que sabrán mejor!
Jajajaja, muy bueno Juan de Elche, jajaja, lo que me he reído.
Los mochis eran caseros y los torreznos artesanos. Muy rico todo, eso sí, raroraroraro :)
horchataaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa,
de la buena se entiende
cuando sea pero fria y toa pa’ miiiiiiii
habia una horchateria en la calle Parlament cuando yo vivia en BCN que era buenisima, que viaje proustiano me acabo de hacer, pordiosseñor