Con bayas de enebro. Hacía tiempo que un invento «fortuito» no me gustaba tanto.
Las sopas de chucrut son tradicionales en muchos sitios, desde Europa central y del Este hasta la remota Asia. Normalmente son sutanciosas e invernales; hechas con carnes, embutidos y enjundia. Yo, como no tenía nada por casa para hacer un buen fondo, simplemente le puse agua, chucrut casero, manzana, mucho cilantro fresco y unas bayas de enebro.
La gama de sabores del chucrut casero es tan increíble que el caldo quedó sabroso y complejo, profundo: desde el propio sabor de la col, al ácido y ligeramente ágrio de la fermentación con un dulzor vegetal de fondo, y todo combinado con el frescor del cilantro recién picado.
Manzana y chucrut! vaya pareja más amable! y no mojaste pan? … no me lo creo… en pan le tienes camuflado y escondido porque la cuchara te delata a tí y a unos cuantos detalles, pero del pan… ni rastro!
Pues ha de estar rico…igual lo pruebo tengo chucrut, manzana…..tengo curiosidad de como queda esta mezcla de sabores…