Últimamente, y a veces de manera involuntaria, me he visto metido en medio de los más fantásticos trueques; casi siempre con comida de por medio. Desde deliciosos albaricoques de Reus, hasta joyas de la ingeniería italiana (bujes Campagnolo Record) venidos de Solingen, la ciudad de los cuchillos, y hortalizas con sabor a hortaliza de huerta de mi fisioterapeuta.
Estas son cosas que te llenan de ilusión y esperanza.
Para cenar, una ensalada de tomate y pepino de huerta «à la Campagnolo» (nótese el ingrediente secreto en la esquina superior izquierda).
(El color de la foto es algo extraño ya que el último sol de la tarde entraba en mi cocina quemándolo todo).
En el mundo saturado de cosas en que vivimos, el trueque me parece algo de una belleza superior. Sobre todo porque estos trueques los mueve la generosidad y el cariño de gentes de aquí y allá.
Románticos los que creemos que todavía es posible una sociedad diferente a la del consumo salvaje y de modelo norteamericano. A la salud de todos nosotros estoy brindado, en una mano, con un pan de calabaza que me ha salido chupi, untadito en olivada casera, y en la otra con un vaso de gazpacho de los que te deja el cuerpo arreglado para horas. Un besssssooooo.
Preciosos los bujes!
Veo que la ola fixie esta arrastrando cada dia a mas gente en Barcelona!
Yo soy cegata…no sé que hay en la esquina izquierda, no lo distingo…
Qué maravilla de intercambio, Ibán…
Yo quiero tuppers llenos (sin patatas fritas)…voy a ver qué tesoro consigo para que hagamos trueque…:)
besos
Es maravilloso el mundo del trueque
Un beso majeton
Y tan maravilloso el mundo del trueque!
Feliz día para todos!!
Pues yo tampoco distingo «el ingrediente secreto», pero con los otros ingredientes, tal cual, seguro que sale una ensalada estupenda.
Besos.
Jajajaja…es un ingrediente muy metalico :)
Ya solo me quedan dos personas para entregar los cestos. Ha ido todo fenomenal. Un besazo
Rosa
Canela: amén :) Lo triste es que cada vez vamos más allá…cuesta abajo y sin frenos. Yo hay días que me paro y miro alrededor y no entiendo nada. Por cierto, ¿alguien ha visto los nuevos envases de Azucarera Española??
Roger, sí, es curioso. Lo más gracioso es que, después de vivir varios años en el paraíso de la fixie, sea aquí donde me haya decidido a montármela (cosas que te enseña la vida, las oportunidades hay que aprovecharlas). Hay una idea que va tomando forma cada vez más claramente…encuentro (y creo que no soy el único) un nítido paralelismo entre hacer pan de manera tradicional, con masa madre y tus manos, y andar en bicicleta de piñón fijo. Hay algo primigenio, de una simpleza bellísima que creo que les es común a las dos actividades (sí, lo sé, soy un tioteorías).
Lena, Pilar, son unos bujes de bicicleta (pinchad en el link y veréis una preciosa foto). Es la parte del eje, lo que va dentro de las ruedas. Los de la imagen son unos impresionantes Campagnolo clásicos, de bicicleta de pista…son como un bellísimo coche clásico, o una máquina antigua pero perfecta, es difícil de expresar, pero seguro que conoces algo parecido en otro campo. Lena, para los trueques…cuando quieras :) Yo no puedo ofrecer mucho, pero seguro que algo sale.
Su, Carmen, efectivamente, es muy bonito. Además, lo bonito es que como las cosas no son comparables en valor, realmente se rompe la barrera monetaria costo-valor.
Rosa, fantástico, me alegro. Además he visto que ya hay iniciativas panaderiles madrileñas…¡es estupendo! :)