Por fuera la butifarra de perol parece inofensiva, otro miembro de la gran familia de excelsos embutidos catalanes; una salchicha ni muy grande, ni muy bonita, ni muy fea (como suele ser el caso con algunos embutidos bestiales de feos y bestiales de ricos). Pero cuando la abres, aquello es la locura. Ya me habían advertido de su densidad cósmica, cercana a la del agujero negro; una vez pinchado el trozo, casi podrías untarla como si fueran unos rillettes de cerdo.
Tradicionalmente se hacía con cabeza, corazón, riñón, etc. Todo bien cuajado de tocino y pimienta. Esta butifarra ampurdanesa de la imagen no sé que tendría exactamente, pero te dejaba los labios como si te hubieras puesto cacao, una increíble sensación melosa en la boca, un intenso sabor a cerdo, un sabor porquérrimo (que a mí personalmente me acerca a miles de años de vida marrana y cerdas generaciones) y la impresión de estar ante algo que no cabe en el término embutido.
Yo estas cosas no debería verlas por la mañana, y con el estómago vacío… ñam!
Placeres de la vida!!!
Fantástica, una alegría para nuestros sentidos…
Lástima que esta de la foto, yo sólo puedo disfrutarla con la vista, desde aquí..
Saludos
Me he divertido de lo lindo con tu entrada!
ya te estoy viendo la vena ampurdanesa, entre los brunyols y la botifarra del perol…
Besos
Más que la butifarra en este caso, lo que me gusta son tus comentarios en general.
[…] puse la butifarra, poco a poco fue dejando parte de su melosidad cósmica en la sartén, y ahí metí el chucrut; con la grasa gelatinosa y un poco de chupchup, quedó con […]
[…] Aquí la describen bien. […]
Yo he tenido la suerte de poder probar ayer mismo este estupendo manjar.
Fuimos a un restaurante en el que tienen platos que dicen de origen volcánico…
Comí un milhojas de patata con butifarra de perol y salsa de ceps…
No puedo ni explicar la explosión de sabor en la boca!
Desde luego os lo recomiendo.
«densidad cósmica, cercana a la del agujero negro» jeje muy bueno!
Siendo de Figueres, la butifarra de perol es una especialidad de la casa en nuestras carnicerías.
¡Saludos desde el Empordà!