Turrón salado y chocolate contemporáneo de Barcelona

Barcelona es, según mis observaciones, un sitio de contrastes; convive aquí una manera muy particular de ser tradicional y castizo, con un ansia por ser muy moderno. Parece que nada es lo suficientemente vanguardista, y nunca hay suficientes cosas escritas en minúscula.

Para estas navidades han llegado a casa (todavía no los hemos probado) un par de productos de chocolate: un turrón de chocolate con kikos y cacahuetes de Elies Miró (sí, lo de la foto son copos de sal); y un chocolate amargo de Oriol Balaguer, en el paquete, al lado de la lista de ingredientes, pone «Año de creación, 2002».

Turrón salado con kikos de Elies Miró
Chocolate de Oriol Balaguer

Todo ello muy moderno, sí. En cuanto lo pruebe me quitaré esta curiosidad moderna que me recorre.

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11 respuestas a “Turrón salado y chocolate contemporáneo de Barcelona”

  1. Vega dice:

    Me gusta la cocina de autor, pero lo de crear estimulados por un ansia de modernidad me parece una pamplina. Digo.

  2. Roger dice:

    No he probado los de Oriol, pero si los de Elies Miró. Si nunca te pasas por Castellterçol, te recomiendo que pases por la Pasteleria Miró ( Elies Miró es el hijo del que abrió la pasteleria y tiene esta linea de turrones «xic» pero todo lo demás tambien lo hace él como los turrones de yema quemada de toda la vida y que estan de muerte ). Sus croissants de chocolate son magníficos ( si vas por la tarde será dificil encontrar alguno ), los sacher también, y aun no he encontrado otra que mejore su manera de trabajar la mantequilla en los pasteles ( untuosa pero nada cargante ).
    Hay uno que lleva trozos de «neules» que también merece la pena probar.

  3. Marona dice:

    Pues la última vez que estuve en Barcelona ya me dio esa impresión de «que modernos somos». Cuando vivía allí no me daba cuenta, pero cuando pasas tiempo sin ir y vuelves, te encuentras que es exagerado y que hay garitos que suplen la falta de calidad con aires de vanguardismo.
    Bueno, a ver si tú tienes suerte y los chocolates son de calidad de verdad y no sólo diseño!
    Besetes!

  4. Ibán dice:

    Vega, amen.
    Roger, tengo unas ganas de sacar un poco de tiempo libre para conocer un poco esta zona. El único día que salí, me fui a St. Llorenç del Munt y me pareció flipante, me dio pena no tener tiempo de ir al pueblo que hay al bajar (donde hace en poti poti de bacalao, «o eso»)…así que estímulos no me faltan!! A ver si ahora con las minivacaciones… ¡Gracias por el consejo!!!
    Marona, nunca había hecho esa relación inversamente proporcional entre «moden-nismo» (ansia de ser moderno antes-muerto-que-sencillo) y falta de calidad, pero es cierto, ahora que lo dices. Hay muchos garitos que esconden detrás de ambientes oscuros y letra arial minúscula su falta de producto y saber hacer…enfins…venir de Londres pa’ esto ;) Pero lo bueno es que parece haber muchos sitios que han aguantado impertérritos el paso del tiempo. Eso, TIEMPO, es todo lo que necesito.

  5. Mar dice:

    jajajaja, me ha encantado lo de «escribo en minúsculas (o pongo diéresis sin ton ni son), luego soy moderno», jajaja qué razón que tienes, Ibán.

  6. MunduJr dice:

    La observación de las minúsculas, de lo mejor que he oído.

    Así me gusta… ya tengo un par de sitios más a los que ir (o no) cuando del vayamos la semana que viene tu tocayo Waneonwani y yo a Barcelona. Por cierto, nos sobra una entrada (de las de ocho euros, visibilidad nula) para «ver» al gran tenor Juan Diego Flórez (entre otros) en la Cenerentola del Liceu. Si te animas…

    Sir ANTHONY WORLDGATE

    P.D.- Si tienes alguna guía (aunque sea cutre-deluxe de ese) de Barcelona, éste sería un buen momento.

  7. Ibán dice:

    Mar, ríe, ríete…pero es cierto. En fin. Una de las cosas que más echaba de menos en Londres (y por las que he desarrollado una predilección) son los negocios familiares: el modelo hispano de «bar de subsistencia», que no tiene parangón en muchos sitios (y que da origen a la multitud de establecimientos hoteleros del país). En los sitios donde prima más el capital y el enriquecimiento rápido (aquí las modas juegan un importante papel), los negocios de hostelería duran poco, se reproducen como setas siguiendo una moda («lo moderno», «lo temático», «lo retro»). Muchas veces , no siempre, el saber hacer es muy bajo, la calidad menor y la dedicación del personal (no involucrada en el negocio) aún menor. Londres lo veo como un ejemplo de esto…y me da pena ver que se expande. Pero tampoco hay que ser tan negativos, desde que estoy en Barcelona también he descubierto increíbles sitios de los otros. Pero es que llama la atención…no recuerdo que visitante al blog habló de como un barrio, el Raval, se estaba «Bornizando», en alusión a cómo la tendencia que apunto se había adueñado del Born hasta desdibujar este barrio (o dibujar algo nuevo, para mi un tanto caricaturesco).
    …bufff, vaya tocho!!! Es que se me hilvana una idea con la otra….
    MuduJr, gracias por la invitación, mucho honor. Te mando un mail, y también al respecto de la guía. Aunque, por desgracia, el poco tiempo que tengo libre (y el no demasiado que llevo en Barcelona, no me han permitido aún hacer una guía como la de Londres :)

  8. Roger dice:

    Tuve la «oportunidad histórica» de vivir en el Born en los cinco años que cambió su personalidad. Por desgracia vi como iban desapareciendo las pequeñas tiendas de legumbres recién cocidos, bares nocturnos de toda la vida (que seguro que no cumplían ningún tipo de seguridad porque eran unos sótanos…) y en el se iban instalando nuevas tiendas de marcas “guays” y bares superguays con camareros supermegaguays (que tienes suerte si te entienden cuando pides algo, digo en español, en catalán ni lo intentes). Se pasó de solo poder ir a tomar unos pinchos en el Euskal Etxea a que aparecieran pseudo imitaciones de tabernas vascas (aunque al principio los empleados eran vascos ahora no queda ni el cocinero), laboratorios de tapas,…. El problema de Barcelona es que para gustar al turista se esta despersonalizando. Cada vez se parece mas a un “Roca Village” (una mini ciudad simulada de tiendas, la mayoría outlets). O quizás es el que la gente queremos…
    Por suerte aun quedan sitios de los de “toda la vida” pero cada vez son menos.
    He entendido bien que tienes una guía de Londres? No es que tenga pensado ir pero siempre es útil guardar “tesoros” para si algún día puedes ir.

  9. Roser dice:

    Y yo tomando turrón blanco de Suchard (que será cutre pero está bueno!).

  10. Ibán dice:

    Roger,no sé si será porque he trabajado muchos años en turismo, pero tengo unas opiniones un tanto «fuertes» al respecto. De hecho, he trabajado durante el boom turístico del «nuevo Bilbao». Lo de que las ciudades se desdibujen es algo terrible, se acaban convirtiendo en parques temáticos de sí mismas…con el souvenir como máximo exponente: un recuerdo prefabricado. Recuerdo que la primera vez que fui al Born había grasientas tabernas gallegas alrededor de Sta María del mar…
    Sí que es algo complejo, yo sinceramente creo que este no es el camino, pero eso es otro tema :)
    Lo de la guía, no es una cosa seria ni nada; simplemente, al vivir allí, fui anotando un par de sitios, creo que tengo un .doc por ahí, ya te lo mando.
    Roser, chocolate blanco de Suchard!!!!!!!!????? qué cochinota!!!!! :P eso es digno de la categoría «G»

  11. Noemí dice:

    Buf…2007 antes de la Crisis (con mayúscula)
    He llegado a través de la búsqueda del pastel de arroz de Bilbao, siguiendo los pasos del bollo de mantequilla (…estoy babeando).
    Dos cosas: Elies Miró es nieto del fundador de la pastelería; el padre de Elies es uno de los hijos del pastelero (mi prima es también prima de Elies).
    Cuando pasaba mi juventud por los barrios de Barcelona, fui más de una vez a comer huevos fritos con patatas fritas en uno de esos gallegos grasientos. Cuando terminbas las patatas y querías repetir, la cocinera seguía pelando patatas y nosotros volvíamos a comer otro plato de esas grasientas y suculentas patatas recién hechas…¡qué maravilla!

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