Diario de un aprendiz de panadero

He venido a Londres un mes para trabajar por las noches como aprendiz de panadero. Así que paso las horas entre fermentos, harinas, ingredientes deliciosos y compañeros polacos. Se me ha ocurrido empezar un pequeño diario de estas semanas, de las sensaciones, los olores y las gentes.

DAPHornoSD

Estoy en la panadería de Ottolenghi, un restaurante (tiene 4 sedes) que pone sobre todo el acento en la calidad de los ingredientes y en que todo esté recién hecho, fresco y casero. En el turno de noche hacemos los panes que se servirán en los restaurantes, además de los que se usan para hacer sándwiches y para la venta directa.

DAPSDBolsasDAPRye

Sobre esta línea, los sourdough en sus bolsitas, frescos, fragantes, listos para que venga Adam con la furgoneta y se los lleve por todo Londres. El sourdough de Ottolenghi ganó un premio al mejor sourdough comercial en Londres este mismo año, está hecho con una masa madre centenaria de Dinamarca. Cuando lo cortas huele casi a regaliz, a cereal, a cosas buenas. Debajo, los pequeños de centeno; recubiertos de avena y con avena también en la masa; al hornearlos se abren como un repollo; como una «kapusta» que dicen mis compañeros polacos. Su aroma también es impresionante; la miga húmeda y grisácea.

Por la noche también se preparan los sandwiches de venta; son bocadillos bastante burros, con generosísimos rellenos, muy del gusto inglés; con ese toque mediterráneo, pero con un sabor tras otro. Para muestra, el sandwich de brioche de salmón.

DAPBriocheSalmon

Para empezar se hacen unos brioches muy graciosos, redondos y planos como pastillas, coronados con unas semillas de cilantro, con una miga amarilla que huele a mantequilla, se untan con una crema de queso Philadelphia, cebollino y crema agria, luego se ponen unas hojas de albahaca, salmón horneado y se acaba (falta en la foto) con una hojita de rúcola; la locura.

Aquí todo es muy sabroso, no se andan con recortes en ingredientes, otro día hablaré de la calidad aquí; algo increíble. Bueno, esto es todo por hoy, llevo 3 días y ya casi he cogido el ritmo a trabajar de noche (no lo hacía desde el 98); suena la música polaca durante toda la noche y siempre hay una taza de Tetley a mano.

Esta entrada fue publicada en Diario de un aprendiz de panadero. Ir al permalink. Los trackbacks están cerrados pero puedes publicar un comentario.

12 respuestas a “Diario de un aprendiz de panadero”

  1. Paola dice:

    Que placer leerte…casi se pueden saborear esos panes, la mantequilla, el salmon…y se disfrutan esas noches largas, larguisimas, colmadas de te.

  2. Vir dice:

    Qué maravilla… y qué bonito y literario para poner en una autobiografía «trabajé por las noches como aprendiz de panadero en Londres». Lo mejor es que evidentemente no lo haces para dar un toque exótico a tu biografía, sino por auténtico placer. Para nosotros también será un placer grande leer tus andanzas, tienes la virtud de conseguir incluso transmitir los olores!

  3. Margarita dice:

    Qué experiencia!! qué gusto!! y que suerte que estés escribiendo de vuelta. Qué quiere decir «bocadillos bastante burros»?

  4. Begoña dice:

    Qué envidia !!!!! La experiencia, los panes, los bocadillos…..
    Un saludo, Begoña

  5. MIlcolores dice:

    Impresionante Iban, impresionante ; )
    ¡No me perderé este diario!
    Saludos desde Mordor, también en Agosto.

  6. Cris dice:

    ¡Vaya lujazo Iban!, cómo te envidio. Trabajar de aprendiz de panadero en Ottolenghi bien merece un diario para los que estamos aquí con ganas de estímulos. Sigue escribiendopor favor, y sobretodo, sigue poniendo los ingredientes de esos sabrosos bocadillos de Ottolenghi.

  7. con Ka dice:

    Se nota que estás encantado, qué suerte! :D
    Seguro que tu estancia será la mar de productiva, esperamos el próximo capítulo de tu diario!
    Un abrazo. :)

  8. deivid dice:

    joder qué grande y qué hambre!

  9. Annabel dice:

    Wow! Que genial! A mi me han invitado a aprender en Francia, las madrugadas del verano que viene, cerca de Foix… He conocido a un panadero, Serge Laurent, que aprendió el oficio ya de mayor (se aburria de jubilado) cuando descubrió cómo le molaba el pan hecho con «levain». Ahora lleva una boulangerie el solito, y sirve pan a varios restaurantes de la zona.
    Cuando vuelvas, a socializar conocimientos… Para cuando otro supercurso de los tuyos en Terrassa?
    Pues nada, esperando con delirio la nueva entrega de tu diario!

  10. Bea dice:

    Ibán!!! Interesantísimo tu mes de verano………..no hay nada como la motivación!!!! Me das mucha envidia… de la mala:-)))

    Un beso y suerte con esos «madrugones»

    Bea

  11. juan dice:

    Por favor, avisa con tiempo cuando vayas a dar cursos. Debe ser espectacular poder hacer algo parecido a los panes que publicas.-

  12. Pan casero dice:

    Bufff,que hambre me esta entrando…
    Gracias!!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *