Sigo en Turquía. El otro día compré un bote de labneh turco. Una especie de requesón hecho escurriendo yogur. Cuando estaba en España e iba a Madrid, solía comprarlo en Lavapiés, en una tienda oriental. Un tarro grande lleno de aceite y labneh en bolitas. Un día de estos lo haré porque es muy sencillo.
En la imagen superior, como merienda, con zatar halabi y aceite de oliva. Tal cual, untado con pan y un té en una tarde inglesa.
En la imagen inferior, remolachas asadas con labneh aliñado (con comino, ajo y aceite). Una cena fresca para una fresca noche londinense.
¡Hombre! Por fin una cosa «rara» a mi alcance :-). El labneh este tiene buena pinta, lo probaremos en la próxima incursión a Lavapies. En cuanto al aliño de la remolacha y el labneh… yo veo perejil y pimentón y tú dices comino, ajo y aceite. ¿:??
No, no… lo que tiene aceite, comino y ajo es el labneh en sí. Luego por encima sí que tiene perejil y pimentón agridulce de la Vera (su sola mención me hace salivar). La verdad es que todo ello combinaba muy bien. Ah! y estoy convencido de que en Madrid se puede encontrar muchas mas cosas de las que imaginas :) Fijo que no te cuestra encontrar zatar (lo toma todo el medio oriente), y el labneh lo puedes hacer!! así que no son cosas tan «raras» :P