Viviendo con cebada (Living a barley life)

El otro día compré un paquetito de cebada para hacer un pan que tenía en mente hace tiempo: un pan sólido, recio, como los panes llenos de semillas y sabor probados en Escandinavia.

No obstante, al preparar un poco de cebada para la elaboración del pan, la cantidad resultó no ser «un poco»…y me vi con un buen perol de cebada de sobra. Así que, siguiendo la costumbre recicladora que parece ser el sino de este blog ultimamene, hemos vivido con cebada durante un par de días.

La cebada que compré venía ya sin cáscara, con lo que el sabor era muy tenue, podría incluso haber sido trigo. Un día la salteé con cebolla, ajo y aceitunas turcas (impresionantes, las echaré de menos), y una vez en el bol le di el toque de gracia con sumak, cayena picada y una gota de limón; delicioso. Por cierto, acompañaba a una sopa fría de tomate y comino (sí, de unos tomates a punto de pasarse que estaban muertos de risa en la nevera).

Sopa fría de tomate y comino con cebada salteada
Huevos fritos con cebada y chorizo

El día que empezó el Tour, aquí en Londres, estuvimos de aquí para allá viendo pasar a los veloces ciclistas. Más tarde, ya en casa, recobramos fuerzas con unos huevos fritos. Para la ocasión (y dado que no había mucho pan por casa, algo inaudito), rehogué la cebada con chorizo. Por si alguien tiene dudas lo diré una sola vez: los huevos fritos son lo mejor del mundo, ya sea en casa propia o ajena.

Bueno, y he aquí el pan:

Pan integral de centeno y cebada

100% harina integral de centeno, masa madre de centeno, granos de cebada, miel y sal. Una vez mezclados los ingredientes lo dejé una noche en la nevera para que el sabor cogiera más fondo. La verdad es que ha quedado compacto y sabrosísimo. Poco a poco me voy acercando. La cebada ha quedado demasiado blanda para mi gusto (a mi me gusta que tenga un poco de vida al morder). Para el próximo me pienso tirar totalmente a la piscina y echarle bien de semillas, especias (ya estoy cabilando las combinaciones) y caramelo, si consigo hacerme uno bueno. De hecho, ese será uno de los últimos panes que haga en esta ciudad, así que tendrá que ser un pan amargo y con miga.

El aroma al tostar este pan es embriagador, y me encanta como conserva la humedad (en parte gracias a la cebada) incluso después de tostado.

Esta entrada fue publicada en Pan, Sin más, Verde. Ir al permalink. Los trackbacks están cerrados pero puedes publicar un comentario.

4 respuestas a “Viviendo con cebada (Living a barley life)”

  1. milcolores dice:

    Ole, ole y ole por ese pan que te has marcado ^_^ Yo también he tenido un fin de semana panificador. A ver si me pongo las pilas y lo posteo.
    Por cierto, mis amigos Josemi e Izaskun (los del gazpacho nocturno)se van a London mañana por la mañana. En el bolsillo lleva tooodas las recomendaciones que me pasaste el verano pasado: Brick Lane, Truman Brewery, Broadway Market, el
    mercado de flores de Columbia Road, Spitafields Market,Ridley Market, etc. Tus recomendaciones son ya mis recomendaciones ^_^ ¿Crees que podríamos editarlas? ; )

  2. Ibán dice:

    JAJAJAAJA, que bueno «Tus recomendaciones son mis recomendaciones, Flanaghan» ;) posclaaaaaaaro que son tuyas, y de todos. Ahora bien…desde el año pasado que tu fuiste…alguna cosa he descubierto, beibe 8) Pero creo que con las cosas que te conte el año pasado van bien servidos.
    Y respecto a tu actividad panificadora… ¡Orale!!!

    *Ah, Si se quedan mas tranquilos, pasales mi movil en plan SOS si quieres, y si necesitas/an cualquier cosa, «just shout» como dicen aqui.

  3. margarida dice:

    Me parece bien que digas que la cebada está blanda pero… ¿cuanta cebada? ¿cuánto centeno? ¿cuanto…?

    La verdad es que tiene buena pinta, pero ¿sería posible que me dijeras las cantidades? para poder tostarlo y embriagarnos en casa, mil gracias :)

  4. Ibán dice:

    Hola Margarida!! bienvenida por aqui!
    …mmm…esto, cantidades…bueno, si, claro, cantidades… :) Yoesque…soy un panadero caotico… y, a menos que haga una recetita especial, siempre voy a ojimetro. Asi que use como un puñado de cebada demasiado cocida (ojito, cunde casi como el arroz!), medio kilo de harina integral de centeno (digo yo que medio kilo, por lo que quedo en el envase), como medio vaso de masa madre de centeno, agua hasta hacer una pasta espesa pero que sea totalmente «pegoton», vamos, que sea imposible de amasar sin pegarse entero, un par de cucharadas de miel y par de cucharaditas de sal… o algo asi…de veras siento no ser más exacto :(
    Luego una noche en la nevera para que las bacterias no se emocionen…y al dia siguiente unas 6 horas leudando.
    Pero vamos, el pan integral de centeno no tiene perdida, porque aunque varies la cantidad de agua es dificil que salga mal…luego ya es ir afinando el punto que más te guste.
    Ah, en esta ocasion no amase, lo meti directamente a un molde (suelo amasar, a mi aire, y no usar molde…pero esto era un experimento).
    Luego lo hornee a fuego moderado cerca de 55 minutos. Te podria decir una temperatura, pero mi horno es lamentable, asi que no te serviría de mucho que te dijera que yo lo hice 25 minutos a 210 y otros 30 a 190…
    Eso si, muy importante, lo deje reposar envuelto durante todo un dia antes de incarle el diente.
    A ver si otro dia me fijo mas.
    Yo hago diferentes tipos de pan, pero hay uno que repito mucho (este tipo, harina blanca con un poco de escanda o integral, masa madre y mucha agua y tiempo de fermentacion http://tequedasacenar.com/?p=75), le tengo cogido el callo y lo hago pinpanpinpan, sin mirar pesos ni nada, echo agua y harina hasta que veo que es el punto adecuado; siempre me digo que un dia voy a pesar las cosas segun las uso, para luego poder pasar las cantidades exactas a mi madre u otros amigos, pero nunca me acuerdo…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *