Polkas en Barcelona

Viva Correos.

Polka de Torrelavega

Y Telégrafos. 721 km de alegría.

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9 respuestas a “Polkas en Barcelona”

  1. Roser dice:

    Pero que cosa més buena, y qué foto más atractiva. Es que dan ganas de ir a Torrelavega sólo para esto y para probar sus hojaldres. Con lo que me gusta a mí el dulce y la pinta que tiene… me guardaré la foto para babear

  2. Marona dice:

    ¡que viva, que vivaaaa!

  3. rosal dice:

    Explícanos un poquito de qué va esas pastitas? … son hojaldres con miel?…. porque se ven de escándalo .

  4. liuia dice:

    ¿No había nada más en el buzón?
    Que no digo yo que esto esté nada mal, pero lo mío es más un mecachis en correos ya ¬¬.

  5. Ibán dice:

    Roser, hay que ir a Torrelavega, no serías la primera!! Mira http://porquelodigoyo.com/2007/12/17/hojaldres-lejanos/ El club de fans de las Polkas es grande
    rosal, son simplemente tiras de hojaldre con una glasa que se queda sólida. No podría ser más sencillo, pero en su sencillez está su grandeza. Bueno,y en la suprema calidad del hojaldre de Torrelavega (creo que voy a tener que hablar con el Alcalde de allí para que me de un sobresueldo como embajador internacional del hojaldre torrelavegense!!). Si alguna vez estás de viaje por el norte, cerca del lugar donde Cantabria se pierde en Asturias y los Picos de Europa en el Cantábrico…¡no lo dudes!! (ay, qué poético me ha quedado esto, tú)
    liuia, you’ve got mail :)

  6. Noema dice:

    Mmmmmhhhhhhhhhh…….!

    Noema

  7. En Cistierna, León, se llaman teclas. Son un poco más cortas. Adictivas……

  8. Ibán dice:

    Ah, esas son las famosas teclas. Lo había oído pero no creo haberlo probado…tendrán que ser muy buenas para competir con las Polkas ;) …Flanaghan
    Me lo apunto para la próxima excursión por esas tierras.

  9. […] Se trata de un lugar “inconspicuo” según diría un inglés; tan sólo la continua salida de clientes con paquetitos amarillos la delata. Después de entrar unos metros en el portal (un auténtico portal, de una casa, vamos) se desciende una escalera que, emborrachándote de aroma a mantequilla, te lleva a un templo del hojaldre, donde puedes ver como hacen las polkas , los almendrados, los lazos, las tartas de moka, ahí, delante de tus ojos. Hace poco han puesto una manpara entre el mostrador y el obrador, como en la canción de Kiko Veneno (que no nos deja olernos) y la cosa ha perdido, pero aún así estoy seguro de que es uno de los recuerdos que me llevaré al otro barrio. El portal de Santos. […]

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